Las fajas reductoras, también conocidas como moldeadores de cuerpo, pueden ayudarnos a eliminar esos tediosos centímetros de más que nos sobra en ciertas partes de nuestro cuerpo. Para funcionar se centran en un principio básico: en la compresión; exactamente en el mismo principio en el que se basaron a lo largo del siglo XVI cuando se inventaría el corsé.
Es importante tener en cuenta que las fajas reductoras, aunque realmente funcionan, no se recomiendan para poder darles un uso intensivo. Y es que, a la larga, pueden producir algunos problemas como de cortes de circulación, restricción de movimientos o similares.
Si estás buscando comprar fajas reductoras de calidad, pero todavía no encuentras ninguna en el mercado que se adapte a tus especificaciones, te recomendamos que eches un vistazo a esta completa guía que hemos creado especialmente para ti.
Una vez que lo tenga claro, tan solo tendrás que ver algunos de los modelos de esta tienda online.
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Para evitar fijarnos en modelos excesivamente caros, el primer paso que deberíamos dar es establecer un intervalo de precios para comprar la faja adelgazante que hemos estado buscando. Siempre te puedes ir a un mercadillo para comprar modelos económicos… sin embargo, si buscas algo de calidad, que te de confianza de que realmente funcionará, y que no te vaya a producir ningún tipo de lesión de cara al futuro, entonces lo que deberías hacer es presentarte en tiendas especializadas, o directamente comprarlas en nuestra tienda online. Aquí no solamente vas a encontrar fajas adelgazantes de la más alta calidad el mercado, sino que también tendrás a un completo equipo a tu disposición, esperando a aconsejarte sobre todo lo que te haga falta.
Las fajas reductoras las podemos encontrar en diferentes variedades de firmeza, desde aquellas que nos ofrecen un nivel desde muy firme, hasta muy suave. Piensa que, cuando mayor sea el control y la firmeza, mayor diferencia va a marcar. En otras palabras, la faja reductora podrá marcar con una fuerza mayor, además de que apretará más. Ahora bien, también tienes que comprender que, cuanto más apriete, más incómoda será.
También deberías ponerte a pensar si quieres comprar una faja rígida o no. Algunos modelos de fajas reductoras disponen de un interior que ha sido fabricado con bandas especiales que son rígidas, de material metal o de plástico, dándole una mayor rigidez a la prenda en cuestión. Gracias a esto se consigue que la faja se pueda adaptar mejor a la zona del estómago y de la cintura, pero también son mucho más incómodas porque restringirán nuestros movimientos. Dependiendo de lo que queramos, elegiremos o no una faja rígida.
La cobertura de las fajas también las tendríamos que considerar. Si tan solo queremos moldear una zona en especial, la cobertura no va a ser un problema. Ahora bien, si lo que queremos hacer es controlar diferentes zonas, entonces tendremos que evaluar la cobertura que nos ofrece cada modelo en cuestión. Por ejemplo, existen algunas fajas adelgazantes que han sido diseñadas para adaptarse a la zona de las nalgas o los muslos específicamente, mientras que otras cubren zonas más extensas.
Y, finalmente, también tendremos que evaluar el ajuste de la faja adelgazante. Tendremos que evaluar cómo nos queda en la zona en cuestión… pero también en las zonas contiguas. Un problema bastante habitual que se pueden producir con algunas fajas, y en algunas zonas en cuestión, es conseguir una barriga más plana pero, a cambio, lograr una extraña protuberancia en la zona de la cadera. Este es tan solo un ejemplo, pero lo cierto es que se pueden generar muchos más bultos antiestéticos que deberían de ser evaluados.
Cómo nunca sabemos cómo nos va a quedar exactamente una faja adelgazante, deberías echar un vistazo a la política de devoluciones que tenga la propia compañía en la que vamos a tramitar la compra. Si la consideran como ropa interior, muy difícilmente la podremos devolver. También deberíamos saber quién es el que se encarga de abonar los gastos de envío en caso de devolución.